Por Valentino Cernaz, estudiante de Sociología (UBA)
El domingo 28 de julio, Luis Majul tuvo un "mano a mano" en su programa La Cornisa con el dirigente social Juan Grabois. Durante el mismo, hablaron de diversos temas: el FMI y su influencia en el gobierno de Macri, la fuga de capitales, el funcionamiento del poder judicial, entre otros. Pero, por mi parte, el momento de la charla que más me llamó la atención y más interesante me resultó para analizar se dio cuando Majul le pide su opinión a Grabois sobre las declaraciones de Cristina en relación al hambre en nuestro país y su comparación con el hambre en Venezuela.
LA PALABRA DE CRISTINA. ¿QUÉ DIJO, QUÉ INTENCIÓN TUVO Y QUÉ SIGNIFICADO LE DIERON LOS MEDIOS?
El sábado 27 de julio, Cristina presentó su libro "Sinceramente" en Mendoza. La presentación duró alrededor de una hora, y durante la misma la ex-presidenta habló de todo tipo de cuestiones. Pero los dichos que más revuelo causaron fueron los que hizo en relación a Venezuela, el hambre allí, y el hambre en nuestro país.
Desde mi punto de vista, lo que dijo Cristina fue muy claro. Ella expresó que la FAO (un organismo de la ONU que dirige actividades para erradicar el hambre), en 2014, calificó a Argentina como uno de los países con "hambre cero". Cabe destacar que, en ese entonces, el macrismo hacía campaña afirmando que si continuaba el kircherismo en el poder, Argentina iba rumbo a ser como Venezuela. Cristina continuó con su desarollo afirmando que, a día de hoy, la FAO califica a Venezuela como un país con problemas alimenticios, pero que ahora también califica de esa forma a nuestro país. Por eso afirma que "hoy, con la comida, estamos igual que Venezuela". La afirmación de Cristina expresa que Argentina y Venezuela son calificadas de una forma similar en la clasificación de un organismo internacional, no que Argentina y Venezuela tienen literalmente la misma situación en cuanto a personas con hambre, bajo la línea de pobreza y en situación de indigencia. Es muy improbable que CFK haya querido decir que la situación de los dos países es exactamente igual -de hecho, esa afirmación sería completamente ajena a la realidad- pero ante la duda, los medios hegemónicos le dan a sus palabras un significado controversial para continuar demonizando su figura. Si, puede ser que no haya utilizado las palabras justas o que haya sido un poco exagerada, pero darle un profundo análisis a lo que dijo Cristina sobre un país en el cual no tiene ni la más mínima influencia es claramente malintencionado. Hay periodistas y analistas que le ponen más énfasis a repudiar las declaraciones de Cristina sobre Venezuela que a repudiar la injerencia ilegal de los Estados Unidos en ese mismo país, siendo que esto último efectivamente podría influenciar de forma negativa en la situación venezolana. Y esto no es algo meramente subjetivo, porque sobran ejemplos del mal que hace Estados Unidos en los países en los que interviene (Irak, Siria o Libia son algunos ejemplos de los últimos años) y con qué motivos lo hace (recursos naturales, generalmente y en este caso puntual, petróleo).
INDIGENCIA, POBREZA Y "HAMBRE DE VERDAD".
Volviendo a la charla entre Luis Majul y Juan Grabois, más puntualmente, al fragmento en el que hablan de las declaraciones de Cristina, me parece importante remarcar los considerables errores (que, sin dudas, pueden no haber sido errores sino manipulaciones intencionales) que comete el periodista en cuestión. Ante la pregunta de Majul, Juan Grabois responde que efectivamente hay hambre en Venezuela, pero que también hay hambre en Argentina y eso debería ser tema de conversación con más frecuencia en los medios locales porque es algo que sucede en nuestro país. Según los "informes oficiales" -así los llama Majul-, en Venezuela pasan hambre entre 7 y 8 millones de personas. Por otro lado, según los últimos informes del INDEC, en la Argentina de Macri el 6,7% de la población se encuentra en una situación de indigencia. Sobre un total de alrededor de 45 millones de habitantes, ese porcentaje representa a aproximadamente 3 millones de personas. Cuando Grabois le pregunta a Majul si sabe cuántas personas pasan hambre en nuestro país (haciendo referencia a cuántas personas se encuentran en situación de indigencia), el periodista dice que la indigencia "es pobreza extrema pero no necesariamente hambre, hambre de verdad". Y ahí hay un gravísimo error.
La afirmación de Majul es absolutamente desacertada, porque la indigencia efectivamente es pobreza extrema pero también es "hambre de verdad". Las 3 millones de personas que hoy están bajo la línea de indigencia no tienen mensualmente el dinero necesario para comprar la canasta básica alimentaria -eso significa ser indigente-, por ende, pasan hambre. Y sin dudas es "hambre de verdad". Afirmando que un indigente no necesariamente pasa hambre, el periodista comete el error conceptual de confundir la línea de la pobreza y la de la indigencia. Se puede estar bajo la línea de pobreza y no pasar hambre (así como también se puede pasarlo, claro está), pero es ilógico pensar que se puede estar bajo la línea de indigencia y no pasar hambre siendo que esas personas no pueden acceder a la canasta básica alimentaria. Pero esto no es todo. Desde mi perspectiva, lo más grave de los dichos de Majul es que le quita gravedad a la situación de las personas en situación de indigencia. Básicamente, está afirmando de forma tácita que pasar hambre en Venezuela es peor que pasarlo en Argentina, o aún peor, está afirmando que en Argentina no hay gente que pasa hambre. Es evidente que Luis Majul vive una realidad económica completamente distinta a la de la clase trabajadora, a la de las personas pobres y a la de las personas bajo la línea de indigencia, pero quitarle gravedad a la situación de gente que la está pasando realmente mal habla de una explícita complicidad con las políticas de hambre del gobierno de Macri y de una insensibilidad realmente nefasta.
El domingo 28 de julio, Luis Majul tuvo un "mano a mano" en su programa La Cornisa con el dirigente social Juan Grabois. Durante el mismo, hablaron de diversos temas: el FMI y su influencia en el gobierno de Macri, la fuga de capitales, el funcionamiento del poder judicial, entre otros. Pero, por mi parte, el momento de la charla que más me llamó la atención y más interesante me resultó para analizar se dio cuando Majul le pide su opinión a Grabois sobre las declaraciones de Cristina en relación al hambre en nuestro país y su comparación con el hambre en Venezuela.
LA PALABRA DE CRISTINA. ¿QUÉ DIJO, QUÉ INTENCIÓN TUVO Y QUÉ SIGNIFICADO LE DIERON LOS MEDIOS?
El sábado 27 de julio, Cristina presentó su libro "Sinceramente" en Mendoza. La presentación duró alrededor de una hora, y durante la misma la ex-presidenta habló de todo tipo de cuestiones. Pero los dichos que más revuelo causaron fueron los que hizo en relación a Venezuela, el hambre allí, y el hambre en nuestro país.
Desde mi punto de vista, lo que dijo Cristina fue muy claro. Ella expresó que la FAO (un organismo de la ONU que dirige actividades para erradicar el hambre), en 2014, calificó a Argentina como uno de los países con "hambre cero". Cabe destacar que, en ese entonces, el macrismo hacía campaña afirmando que si continuaba el kircherismo en el poder, Argentina iba rumbo a ser como Venezuela. Cristina continuó con su desarollo afirmando que, a día de hoy, la FAO califica a Venezuela como un país con problemas alimenticios, pero que ahora también califica de esa forma a nuestro país. Por eso afirma que "hoy, con la comida, estamos igual que Venezuela". La afirmación de Cristina expresa que Argentina y Venezuela son calificadas de una forma similar en la clasificación de un organismo internacional, no que Argentina y Venezuela tienen literalmente la misma situación en cuanto a personas con hambre, bajo la línea de pobreza y en situación de indigencia. Es muy improbable que CFK haya querido decir que la situación de los dos países es exactamente igual -de hecho, esa afirmación sería completamente ajena a la realidad- pero ante la duda, los medios hegemónicos le dan a sus palabras un significado controversial para continuar demonizando su figura. Si, puede ser que no haya utilizado las palabras justas o que haya sido un poco exagerada, pero darle un profundo análisis a lo que dijo Cristina sobre un país en el cual no tiene ni la más mínima influencia es claramente malintencionado. Hay periodistas y analistas que le ponen más énfasis a repudiar las declaraciones de Cristina sobre Venezuela que a repudiar la injerencia ilegal de los Estados Unidos en ese mismo país, siendo que esto último efectivamente podría influenciar de forma negativa en la situación venezolana. Y esto no es algo meramente subjetivo, porque sobran ejemplos del mal que hace Estados Unidos en los países en los que interviene (Irak, Siria o Libia son algunos ejemplos de los últimos años) y con qué motivos lo hace (recursos naturales, generalmente y en este caso puntual, petróleo).
INDIGENCIA, POBREZA Y "HAMBRE DE VERDAD".
Volviendo a la charla entre Luis Majul y Juan Grabois, más puntualmente, al fragmento en el que hablan de las declaraciones de Cristina, me parece importante remarcar los considerables errores (que, sin dudas, pueden no haber sido errores sino manipulaciones intencionales) que comete el periodista en cuestión. Ante la pregunta de Majul, Juan Grabois responde que efectivamente hay hambre en Venezuela, pero que también hay hambre en Argentina y eso debería ser tema de conversación con más frecuencia en los medios locales porque es algo que sucede en nuestro país. Según los "informes oficiales" -así los llama Majul-, en Venezuela pasan hambre entre 7 y 8 millones de personas. Por otro lado, según los últimos informes del INDEC, en la Argentina de Macri el 6,7% de la población se encuentra en una situación de indigencia. Sobre un total de alrededor de 45 millones de habitantes, ese porcentaje representa a aproximadamente 3 millones de personas. Cuando Grabois le pregunta a Majul si sabe cuántas personas pasan hambre en nuestro país (haciendo referencia a cuántas personas se encuentran en situación de indigencia), el periodista dice que la indigencia "es pobreza extrema pero no necesariamente hambre, hambre de verdad". Y ahí hay un gravísimo error.
La afirmación de Majul es absolutamente desacertada, porque la indigencia efectivamente es pobreza extrema pero también es "hambre de verdad". Las 3 millones de personas que hoy están bajo la línea de indigencia no tienen mensualmente el dinero necesario para comprar la canasta básica alimentaria -eso significa ser indigente-, por ende, pasan hambre. Y sin dudas es "hambre de verdad". Afirmando que un indigente no necesariamente pasa hambre, el periodista comete el error conceptual de confundir la línea de la pobreza y la de la indigencia. Se puede estar bajo la línea de pobreza y no pasar hambre (así como también se puede pasarlo, claro está), pero es ilógico pensar que se puede estar bajo la línea de indigencia y no pasar hambre siendo que esas personas no pueden acceder a la canasta básica alimentaria. Pero esto no es todo. Desde mi perspectiva, lo más grave de los dichos de Majul es que le quita gravedad a la situación de las personas en situación de indigencia. Básicamente, está afirmando de forma tácita que pasar hambre en Venezuela es peor que pasarlo en Argentina, o aún peor, está afirmando que en Argentina no hay gente que pasa hambre. Es evidente que Luis Majul vive una realidad económica completamente distinta a la de la clase trabajadora, a la de las personas pobres y a la de las personas bajo la línea de indigencia, pero quitarle gravedad a la situación de gente que la está pasando realmente mal habla de una explícita complicidad con las políticas de hambre del gobierno de Macri y de una insensibilidad realmente nefasta.
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